Atribución – No comercial
Introducción
El relieve es un elemento geográfico fundamental que ejerce una influencia significativa
en el desarrollo urbano. Su impacto se manifiesta en diversos aspectos, desde la topografía del
terreno, así como en la gestión de riesgos. Este artículo se enfoca en la importancia del relieve
en la planificación urbana y la gestión de riesgos en la ciudad de Pilar, utilizando un enfoque
multidisciplinario respaldado por datos geoespaciales actualizados, como forma de adoptar
medidas no estructurales. A lo largo de este trabajo, se destacan las contribuciones del mapa
hipsométrico en la toma de decisiones urbanísticas y en la gestión de riesgos y la mitigación de
desastres.
El relieve, entendido como la configuración tridimensional de la superficie terrestre,
desempeña un papel crucial en la planificación y el desarrollo de las ciudades. En este sentido,
las zonas con un relieve escasamente accidentado presentan riesgos que pueden pasar
desapercibidos en circunstancias habituales, pero que se vuelven críticos en momentos de
condiciones climáticas extremas. Tal como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS,
2023), estas áreas pueden ser propensas a inundaciones, encharcamientos, dificultades para la
evacuación de las aguas y a procesos de intervención territorial con fines urbanísticos que
pueden agravar aún más estos riesgos.
La comprensión detallada del relieve es esencial para anticipar y mitigar estos riesgos.
En este sentido, el mapa hipsométrico se presenta como una herramienta útil en la planificación
urbana y la gestión de riesgos. Este tipo de mapa permite identificar las zonas con diferentes
elevaciones y pendientes en una región específica (López, González, & Ramírez, 2022). Su
aplicación abarca desde la identificación de áreas de riesgo hasta la planificación del desarrollo
urbano de manera que se minimice la vulnerabilidad ante desastres naturales.
La ciudad de Pilar, ubicada en el XII Departamento de Ñeembucú, en la República del
Paraguay, ha sido objeto de estudios relacionados con su relieve y su impacto en el desarrollo
urbano. En el año 2005, la Universidad Nacional de Pilar publicó una primera versión de un
mapa hipsométrico de la ciudad (se tuvieron tres ediciones, la última en el año 2014), basándose
en geodatos recolectados durante un proyecto de desagüe cloacal. Este proyecto, planificado,
ejecutado y en funcionamiento en la ciudad, proporcionó una visión valiosa del relieve, aunque
limitada, en lo referente al área urbana. Esta primera edición del mapa tenía un alcance
territorial relativamente pequeño, abarcando menos del 30% del ejido urbano municipal, que
supera las 5000 hectáreas.